miércoles, 17 de julio de 2013

Viajes en globo: desde 1782 hasta hoy, una experiencia inolvidable

El globo aerostático puede considerarse la primera experiencia aeronáutica del ser humano. Cierto es que existen leyendas de hombres que volaron mediante artilugios como las alas de Ícaro o montados sobre criaturas voladoras, como el caballo alado Pegaso, incluso Da Vinci trabajo en ello y diseño aparatos y mecanismos para que el hombre alzara el vuelo y viajara entre las nubes y en compañía de las aves. Sin embargo, el sueño de volar de la humanidad no se materializó como una posibilidad factible hasta la invención y puesta en marcha de los globos aerostáticos. Fue el 8 de agosto de 1709 cuando se realizó la primera demostración de vuelo de un globo de aire caliente. El sacerdote brasileño Bartolomeu de Gusmão hizo ascender un globo no tripulado en la Casa de Indias de Lisboa, ante la corte del rey Juan V de Portugal.

el 8 de agosto de 1709, el sacerdote brasileño Bartolomeu de Gusmão hizo la primera demostración de ascensión aérea en globo de aire caliente no tripulado en la Casa de Indias de Lisboa, ante la corte del rey Juan V de Portugal. Sin embargo, no fue hasta septiembre de 1782 que los hermanos Joseph y Jacques Montgolfier lanzaron al aire su primer modelo de globo aerostático, iniciando así una nueva era y marcando un punto de inflexión en la historia. Estos hermanos, sentados ante un fuego, observando la ascensión del humo pensaron que dicha cualidad podía aprovecharse, lo que dio paso a una serie de experimentos que les permitieron comprender que el aire caliente es más ligero que el frío, por lo que tiene tendencia a subir. Este descubrimiento les indujo a crear una máquina voladora que aprovechara este principio. El 4 de junio de 1783, en Francia, realizaron la primera demostración pública del globo aerostático. El resto, como se suele decir, es historia.

El globo aerostático siempre ha conservado su nicho en el corazón y la mente del ser humano. Pese a haber sido superado como medio de transporte aéreo por el avión, ha demostrado ser una herramienta de observación aérea excelente, una plataforma publicitaria muy eficiente por lo llamativo del mismo y una actividad de ocio que deja una huella perdurable en aquel que la practica. El vuelo ha sido siempre el anhelo del ser humano, y más allá del parapente, el paracaidismo o el vuelo en planeador, el globo aerostático combina la libertad de sentirse flotando en el aire, como un pájaro que se deja llevar por las corrientes con la accesibilidad que permite, ya que no requiere grandes requisitos para practicar esta forma de ascensión aérea.

El viaje en globo aerostático puede ser una excelente excursión para realizar con la familia y/o los amigos, una oportunidad para un encuentro romántico con tu pareja o una actividad comunal con tu empresa, asociación, etc. Sin embargo, aquí no se acaban las opciones que esta actividad aporta. Con un cierto ojo crítico se pueden descubrir más aplicaciones, porque, a fin de cuentas, el paseo en globo aerostático te permite tener una vista aérea del paisaje que recorres. ¿Por qué no aprovechar esta cualidad para darle más vida a tus aficiones mientras disfrutas de esta fantástica experiencia? Llévate la cámara de fotos, aguza el ojo y ponto a tomar fotografías aéreas de los lugares por los que pases. Con una buena resolución y el tamaño apropiado, esas fotos no sólo serán un magnífico recuerdo que puedes usar como fondo de pantalla o hacer posters con ellas, sino que, con un pequeño toque de photoshop que te permita ponerles una rejilla encima, tienes excelentes mapas para usar en tus partidas de rol o de juegos de estrategia y wargames que juegues habitualmente. ¿Por qué no hacer un mapa para jugar tus partidas de Heroclix? ¿O usar esas fotos como base para montar una mesa de juego en las que librar batallas de Flames of War o Dystopian Wars?



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