sábado, 23 de junio de 2018

Books from the Crypt #141: Los Antiguos


Título:  Los Antiguos: Tomo 1 La Ballena blanca, Tomo 2 El Dios Pulpo
Título original:  Grands Anciens: T1 La Baleine Blanche, T2 Le Dieu Poulpe
Año: 2010
Autores:  Jean-Marc Lainé, Bojan Vukic, Anouk Bell
Género: Terror
Sinopsis:
Nueva Inglaterra, 1850. 
El joven Ishmaël recorre los muelles de New Bedford, soñando con largas campañas sobre el puente de un ballenero. Una a una, escucha las leyendas que se cuentan los curtidos marineros, llenando de tabaco sus pipas y vaciando botellas de ron en el calor de las posadas. Escucha la leyenda de esa ballena blanca que rompe la proa de los buques, y que los marineros vieron en los siete mares. Descubre la leyenda de ese capitán cojo que arrastra su pierna de palo y su obsesión por todos los océanos.
Pero le queda descubrir el más aterrador de los cuentos de los marineros, la más terrible de las leyendas.
La leyenda del dios pulpo de las profundidades.
La leyenda del hacedor de naufragios.
¡La leyenda del Kraken!

Crítica:
Los Antiguos es un comic europeo en dos tomos que combina la literatura decimonónica con los Mitos de Cthulhu. En concreto se trata de una historia que sirve de precuela a Moby Dick y en la que Herman Melville cuenta a Ishmaël (que sería protagonista y narrador de la novela) historias de balleneros, en particular una relacionada con el veterano capitán Ahab y la ballena blanca, mítico cetáceo que todos los balleneros ansían cazar. Pero la historia pronto se conduce por derroteros más siniestros al obsesionarse Ahab con la búsqueda del Kraken, un horror marino que está produciendo múltiples naufragios de balleneros y hace que la navegación sea muy peligrosa.

La trama está bien hilada y con un aspecto artístico excelente que representa muy bien a los personajes y su entorno y que acompaña de forma muy apropiada a la narración. De hecho, la trama se desarrolla a tres niveles diferentes: la historia de Ahab y su obsesión con la ballena blanca y el Kraken, la conversación entre Ishmaël y Herman Melville en un ambiente caracteríristico de las comunidades de balleneros del siglo XIX y, finalmente, la obsesión o fascinación del propio Melville como personaje por la obsesión, en este caso concreto, la de Ahab.

Esto se organiza de forma sumamente orgánica y natural, de manera que el lector puede asistir a los tres niveles narrativos entrelazados de forma que puede disfrutar de una historia completa fascinante y llena de referencias tanto a los Mitos de Cthulhu como a otras obras decimonónicas clásicas. La historia, muy bien escrita, engancha desde el principio, sobretodo al plantear un hipotético encuentro entre autor y personaje de manera que éste último se acabará por convertir en el narrador de Moby Dick, una historia sobre la obsesión y el precio a pagar por ella.  Combinando e introduciendo sabiamente los elementos alusivos a los Mitos de Cthulhu nos encontramos con una trama absorbente y bien construida que podría ser introducida perfectamente dentro del canon lovecraftiano debido a la coherencia que mantiene con respeto a las obras del Maestro de Providence.

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