jueves, 10 de mayo de 2012

Yo, Morlock #12: Bombardeo del Mercado Central de Alicante

El 25 de mayo de 1938 tuvo lugar uno de los ataques aéreos más sangrientos e indiscriminados ocurridos durante la Guerra Civil Española (1936-1939) con un balance de víctimas mortales inexacto. Se estima que hubo más de 300 muertos. Estudios realizados barajan los 275 (aprox.) que figuran en el registro del Cementerio Municipal (100 hombres, 56 mujeres, más de 10 niños y más de 100 personas no identificadas), un número indeterminado de enterrados en localidades próximas de la Provincia de Alicante y más de 1000 heridos.

Entre los documentos conservados en el Archivo Municipal de Alicante se encuentra un documento realizado por las autoridades franquistas bajo el título "Relación numérica de los muertos habidos a consecuencia de los bombardeos aéreos que sufrió la ciudad" en el que se da la cifra de 393 muertos tras el Bombardeo del 25 de mayo. En la placa colocada por el Ayuntamiento en la Plaza del 25 de mayo se habla de 311 muertos. Según estudios y entrevistas posteriores a los supervivientes, las escenas ocasionadas por tanta destrucción fueron dantescas, con muchas bajas por decapitación. También hubo muertos en otros lugares de la ciudad, como la Plaza de Gabriel Miró, la calle Vicente Inglada, las cercanìas del Club de Regatas y la calle Gerona. Otros de los edificios afectados fueron la sede central de la actual Caja de Ahorros del Mediterráneo en la Calle de García Hernández, hoy llamada de San Fernando y la sede del diario republicano El Luchador en la calle de Ángel Pestaña hoy denominada de San Francisco.

El Bombardeo del 25 de mayo formaba parte de la campaña de terror ordenada por las autoridades nacionales, cuando las tropas rebeldes alcanzaron el Mediterráneo y comenzaron el consiguiente avance sobre Valencia. Por esas mismas fechas, hubo bombardeos sobre otras poblaciones civiles en toda la costa mediterránea, a cargo de los aviones italianos de Mallorca, que no cesaron hasta que se inició la Batalla del Ebro.

En Alicante, alrededor de las 11’15 horas del día 25 de mayo de 1938, entre 7 y 9 aviones Savoia SM-79 “Sparviero” del bando nacional, procedentes de Mallorca, lanzaron sobre la población de Alicante alrededor de 90 bombas, algunas de las cuales dieron en el Mercado Central, repleto de gente. La tripulación de los bombarderos era italiana en su totalidad, y los jefes de las dos escuadrillas que llevaron a cabo el ataque, con 4 minutos de intervalo, fueron los capitanes De Prato y Zigiotti. La ciudad de Alicante estaba muy mal defendida, con cañones antiaéreos en su mayoría obsoletos. En el cercano aeródromo de Rabasa no había ese día ningún avión de caza. Se contaba con refugios antiaéreos para 38.000 personas, pero la alarma antiaérea no funcionó, por lo que los civiles no tuvieron tiempo para guarecerse.

La comisión británica que investigó el bombardeo dictaminó que había sido un ataque deliberado contra la población civil. Las víctimas, en su mayoría, fueron enterradas en fosas comunes del cuadro nº 12 del Cementerio Municipal de Alicante y permanecieron sin lápida ni recordatorio alguno hasta el año 1995.

Resulta curioso como el Bombardeo de Guernica ha sido recordado gracias al cuadro de Picasso, mientras que el del 25 de mayo en Alicante ha permanecido en la ignorancia y el olvido por causa del miedo y la represión ejercida durante muchos años sobre la población alicantina.

En la actualidad, la plaza del Mercado Central se encuentra rebautizada como plaza "25 de Mayo" en recuerdo de este hecho doloroso. Si entramos en el interior del mercado observaremos también la sirena antiaérea, que no llegó a sonar, junto al reloj que marca la hora del bombardeo. Tras varios años, la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica convocó un concurso para la colocación de un monumento conmemorativo en la Plaza del 25 de mayo ganado por la arquitecta Elena Albajar. Como consecuencia de esto, se han instalado en el pavimento del suelo nueve placas de aluminio que representan los nueve aviones que bombardearon la ciudad, con 90 puntos negros por cada una de las bombas que cayeron sobre la ciudad. Asimismo, las placas cuentan con unos 300 agujeros rellenados con terminales de fibra óptica, que cada mediodía se iluminan de color rojo durante 10 minutos para conmemorar a los fallecidos en la masacre. El 29 de marzo de 2010 la Comisión de gobierno aprobó el cambio de denominación de la Plaza del Mercado que desde ese día pasaba a llamarse Plaza del 25 de mayo tal y como solicitó la Asociación Cultural Alicante Vivo en reiteradas ocasiones. El descubrimiento de la placa tuvo lugar el 25 de mayo de 2010 tras un emotivo acto no exento de polémica al que no acudió la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica. Durante el acto alcaldesa de Alicante Sonia Castedo no dudó al calificar en reiteradas ocasiones a los autores de la masacre como "fascistas".

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