jueves, 5 de abril de 2018

Shin Godzilla (2016)

Título: Shin Godzilla
Título original: Shin Gojira (シン・ゴジラ)
País: Japón
Productora: Toho Company / Cine Bazar / Toho Pictures
Directores: Hideaki Anno,  Shinji Higuchi
Guión: Hideaki Anno
Reparto: Satomi Ishihara,  Hiroki Hasegawa,  Yutaka Takenouchi,  Akira Emoto,  Kengo Kôra, Jun Kunimura,  Ren Ohsugi,  Mikako Ichikawa,  Pierre Taki,  Mark Chinnery
Sinopsis:
Godzilla, fuerza destructiva insondable para el hombre, resucita en el Tokio de hoy en día para acosar de nuevo ala civilización. Un país aún atormentado por las secuelas de un desastre natural, experimenta de repente el horror catastrófico de Godzilla. Apremiado por la muerte y la desesperación, Japón deberá encontrar el poder para superar este desafío. Primera película de Godzilla realizada en Japón desde "Godzilla: Final Wars" (2004) de Ryuhei Kitamura. Dirigida por Hideaki Anno ("Evangelion") y Shinji Higuchi ("Attack on Titan"). (FILMAFFINITY)

Crítica:
Shin Godzilla es el retorno a su país de origen del que puede ser el monstruo más icónico del cine japonés. Tras el salto a la gran pantalla del Godzilla de Legendary en 2014, iniciando así un kaijuverso que ha continuado con Kong: La Isla Calavera, los japoneses tenían que demostrar que el auténtico Godzilla tiene que salir del país del sol naciente. Y es que no hay que olvidar que fue en 1954 cuando este lagarto radiactivo acosó por primera vez Japón, dándose a conocer al mundo en una de las maravillas del cine, una de esas películas que, pese a las carencias que se puedan apreciar con el paso del tiempo, ha envejecido muy bien. Godzilla, Japón bajo el terror del monstruo fue una película que supuso un antes y un después en la cinematografía. Aunque con el paso del tiempo la calidad cinematográfica del coloso radioactivo tuvo bastantes altibajos y, pese a todo, hubo algún intento americano poco afortunado por tratar de resucitarlo (el poco acertado Godzilla de Roland Emmerich de 1998), 2014 supuso el comienzo de una nueva etapa. Y la Toho, creadora del primer Gojira, tenía que ser la encargada de hacer la nueva versión japonesa.

En esta película nos encontramos con una nueva versión del clásico monstruo, en la que la Toho lo redefine y rediseña, aportándole una nueva apariencia que bebe directamente del clásico original. Pero van mucho más allá. Y es que esta película supone basarse en la original pero reinventándola a nuestro tiempo, actualizándola. El bombardeo nuclear de Hiroshima y Nagasaki da lugar al desastre de Fukushima y la amenaza atómica sigue siendo el trasfondo tras el origen del monstruo. Pero aquí, en lugar de presentar a Godzilla en todo su esplendor desde su primera aparición, vemos una reinvención de la criatura, que va evolucionando y mutando hasta alcanzar el aspecto final. Así la criatura se vuelve cada vez más aterradora y terrible, pues su nivel de amenaza va aumentando progresivamente. Nos encontramos ante un kaiju, el primero en saltar a la fama y prácticamente iniciador del género del Kaiju Eiga. No es un monstruo gigante más, es un dios encarnado, imparable, casi indestructible y completamente indiferente al ser humano, que tan sólo es una molestia en su camino.

Como ya sucede en la versión original, la película se centra en los destrozos ocasionados por el monstruo y los intentos del gobierno por encontrar una forma de detenerlo. Las sesiones del gabinete de ministros con el Primer Ministro nipón son parte importante de la trama, así como las acciones del Comité Godzilla, el órgano que se crea para buscar la mejor forma de combatir a la criatura. No hay que olvidar que, a fin de cuentas, Godzilla (1954) y Shin Godzilla (2016) siguen un mismo esquema y un propósito similar: mostrar la lucha desesperada del gobierno japonés para enfrentarse a una amenaza nuclear prácticamente imparable. Y en esta última versión Godzilla hace honor a esta característica. Es mucho más terrible que su versión original, mucho más poderoso y peligroso. Esta película es un homenaje a su versión primigenia, a esa cinta de 1954 que resultaba aterradora y cargada de drama y suspense. Y aquí, aunque las escenas del monstruo destruyendo la ciudad a su paso, no podemos evitar tener en cuenta que, lo realmente importante, es la reacción del gobierno a esta crisis. Es difícil no establecer comparaciones con La Guerra de los Mundos de 1953, pues en ambas películas se plasma perfectamente la desesperación y la indefensión del ser humano contra este tipo de amenazas.

Por ello, la película cumple completamente sus objetivos: es un retorno de Godzilla a Japón por todo lo alto, que como película de kaijus es impresionante, y rinde correctamente un sincero y merecido homenaje a la película de 1954. Tanto en sus aspectos de destrucción de la ciudad, con el monstruo desatado en todo su poder, imparable, como en la trama más centrada en la acción y medidas del gobierno nipón, resulta una película muy buena, muy recomendable. Tan sólo hay que recordar que se trata de una película japonesa, por lo que la acción no es frenética, se desarrolla de forma más pausada, con un estilo narrativo muy propio de este país y que puede resultar fatigoso para alguien no acostumbrado. Por lo demás, es una de esas películas que hay que ver.

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