Año: 2015
Autor: Pablo Auladell (Basado en la obra de John Milton)
Género: Comic / poesía
Sinopsis:
La obra pone en juego la historia paralela de una doble caída, la de
Satán (a quien la ira divina precipitará a los abismos más alejados del
Cielo, a las dolientes profundidades sobre las que el ángel caído
reinará por toda la eternidad, herido en su orgullo y tramando una
venganza sin fin) y la de Adán y Eva (que se verán expulsados del
Paraíso terrenal y arrojados a la mortalidad, a un mundo habitado ya por
la ruina, la finitud y el pecado). Así, el ángel rebelde provoca la
perdición de la nueva criatura (que habrá de llevar siempre en sí esa
doble naturaleza, angélica e infernal) y abre un nuevo tablero de juego
para su eterna disputa con Dios.
Crítica:
El Books from the Crypt 109 estaba dedicado la novela gráfica de El paraíso perdido de John Milton adaptado por Pablo Auladell. Los lectores de la anterior entrada pudieron ver como decliné hacer una crítica en favor de la excelente labor que había hecho Josep Oliver, gran filólogo, mejor persona, en Papel en Blanco. Sin embargo, a petición del propio Josep, hago esta segunda entrega de la reseña para, esta vez, incluir mi opinión personal sobre esta obra.
El paraíso perdido, escrito por John Milton, es un poema narrativo que ha tenido una gran influencia en la literatura universal, convertido en un meme literario, su título y, al menos, los temas tratados, están grabados en el acervo cultural general. En este caso concreto, nos encontramos con una adaptación de esta obra al arte gráfico y narrativo del comic a través del formato de la novela gráfica.
Pablo Auladell acepta el reto de convertir un largo poema en un comic que mantenga la fuerza de los versos y la narración original, pero que, al mismo tiempo, sepa plasmar el mensaje ha transmitir de forma visual. Y en este caso se consigue.
Utilizando los grises como tonos dominantes y dejando el color para destacar algunos elementos concretos, con unas figuras esbozadas sin caer en el exceso de detalles y huyendo de los tópicos, el autor nos presenta un escenario cargado de fuerza, y unos personajes expresivos por sus gestos. Con una aproximación mínima a la letra, los textos son escasos, limitandose a algunos cajones de texto donde realizar la introducción a cada capítulo o a una escena concreta o bien recreándose en los diálogos, donde se expresa con maestría los argumentos y personalidad de los personajes.
Esto hace que la imagen adquiera el peso primordial en esta obra. Las ilustraciones atrapan al ojo del lector, con un cielo de estilo renacentista italiano, unos ángeles que transmutan sus formas, un infierno retratado como un erial yermo y desolado, donde el castigo es estar alejados del resplandor y presencia divinos. Los personajes están caracterizados también alejados de arquetipos y clichés. Dios no es el patriarca barbudo, ni los ángeles caídos tienen alas membranosas de murciélago. Sin embargo, los personajes están muy bien caracterizados e individualizados. Así, Lucifer, con su rostro alargado y nariz aguileña es fácilmente reconocible en toda la obra, particularmente cuando hace uso de un curioso sombrero del que hace su marca y señal. Dios y Adán comparten rostro, pues el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, etc. Auladell aprovecha también los símbolos, con la luminosidad del utópico cielo renacentista y la pose vigilante de Miguel, las tinieblas y penumbras del infierno, el aspecto siniestro de Muerte, etc.
En conjunto, esta novela gráfica supone una apasionante lectura que redondea la obra de Milton adaptándola a un medio completamente diferente. Tanto para el conocedor de este poéma como para el que se aproxima por primera vez, supone una visión alternativa del mismo, así como una interesante experiencia visual y lectora. Por ello, quien tenga intención de leer a Milton, siempre puede hacer una primera tentativa con esta obra de Pablo Auladell y así hacerse una idea de que se va a encontrar con la obra original.
El paraíso perdido, escrito por John Milton, es un poema narrativo que ha tenido una gran influencia en la literatura universal, convertido en un meme literario, su título y, al menos, los temas tratados, están grabados en el acervo cultural general. En este caso concreto, nos encontramos con una adaptación de esta obra al arte gráfico y narrativo del comic a través del formato de la novela gráfica.
Pablo Auladell acepta el reto de convertir un largo poema en un comic que mantenga la fuerza de los versos y la narración original, pero que, al mismo tiempo, sepa plasmar el mensaje ha transmitir de forma visual. Y en este caso se consigue.
Utilizando los grises como tonos dominantes y dejando el color para destacar algunos elementos concretos, con unas figuras esbozadas sin caer en el exceso de detalles y huyendo de los tópicos, el autor nos presenta un escenario cargado de fuerza, y unos personajes expresivos por sus gestos. Con una aproximación mínima a la letra, los textos son escasos, limitandose a algunos cajones de texto donde realizar la introducción a cada capítulo o a una escena concreta o bien recreándose en los diálogos, donde se expresa con maestría los argumentos y personalidad de los personajes.
Esto hace que la imagen adquiera el peso primordial en esta obra. Las ilustraciones atrapan al ojo del lector, con un cielo de estilo renacentista italiano, unos ángeles que transmutan sus formas, un infierno retratado como un erial yermo y desolado, donde el castigo es estar alejados del resplandor y presencia divinos. Los personajes están caracterizados también alejados de arquetipos y clichés. Dios no es el patriarca barbudo, ni los ángeles caídos tienen alas membranosas de murciélago. Sin embargo, los personajes están muy bien caracterizados e individualizados. Así, Lucifer, con su rostro alargado y nariz aguileña es fácilmente reconocible en toda la obra, particularmente cuando hace uso de un curioso sombrero del que hace su marca y señal. Dios y Adán comparten rostro, pues el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, etc. Auladell aprovecha también los símbolos, con la luminosidad del utópico cielo renacentista y la pose vigilante de Miguel, las tinieblas y penumbras del infierno, el aspecto siniestro de Muerte, etc.
En conjunto, esta novela gráfica supone una apasionante lectura que redondea la obra de Milton adaptándola a un medio completamente diferente. Tanto para el conocedor de este poéma como para el que se aproxima por primera vez, supone una visión alternativa del mismo, así como una interesante experiencia visual y lectora. Por ello, quien tenga intención de leer a Milton, siempre puede hacer una primera tentativa con esta obra de Pablo Auladell y así hacerse una idea de que se va a encontrar con la obra original.
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